¿Por qué nos gusta tanto Dubai?
Impresionantes rascacielos, desierto, playa, el centro comercial más grande del mundo, parques temáticos, museos, espectáculos… Dubái, ciudad de más de 140 récords mundiales, tiene más atractivos de los que puedas imaginar.
Su capital, que también recibe el mismo nombre, es una ciudad que se ha expandido en poquísimo tiempo y cuenta ya con más de 950 rascacielos de más de 200 metros de altura. Ver su fantástico skyline sería una buena razón, pero te ofrecemos hasta 12 buenos motivos para visitar la ciudad de los récords mundiales.
Moverse por la ciudad es fácil
Tiene transporte público que funciona muy bien. De hecho, el metro de Dubái, con unas bonitas estaciones de diseño futurista que salpican el paisaje urbano, es el metro automatizado más largo del mundo con 47 paradas y 75 kilómetros de largo. Y no es el único récord que ostenta Dubái, como podrás comprobar más adelante. Un billete cuesta 4 dírhams, menos de 1€. Y si prefieres desplazarte en coche alquilado o taxi, tranquila, el precio no se disparará: la gasolina está un tercio más barata que en otros países.
Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo
Si piensas que es Nueva York la ciudad con los edificios más altos del mundo, te equivocas. Burj Khalifa, en Dubái, se lleva la palma: mide 828 metros y tiene 163 pisos. Se puede acceder a dos puntos de observatorio que están situados en la planta 124 (a 442 metros del suelo) y en el piso 148, a 555 metros. Las vistas son espectaculares.
Dubai Mall, mucho más que compras
Si eres aficionada al shopping o simplemente a mirar escaparates, el centro comercial Dubai Mall –sí, lo has adivinado, el más grande del mundo– será para ti un auténtico paraíso. Aparte de albergar las tiendas más exclusivas, tiene numerosas atracciones, como un enorme acuario con más de 33.000 peces o una pista de patinaje.
Un placer para el paladar
La comida dubaití es, en general, una mezcla de comida libanesa, india y mediterránea. Entre sus platos más típicos está el machboos deyay (arroz con pollo y especias), ghuzi (cordero asado) o el hummus (crema de garbanzos). Por supuesto, no puede faltar el gahwa, café árabe con cardamomo, azafrán y agua de rosas (sin azúcar), que se suele acompañar de los famosos dátiles o de las deliciosas pastitas árabes.
Safari en el desierto
Esta es una de las actividades con las que puede disfrutar toda la familia, ya que se trata de contratar una excursión de medio día (disponible en todos los hoteles) en la que, después de subir y bajar por las dunas en 4x4 (nada que envidiar a la montaña rusa), se visita un campamento en el que se pueden ver volar halcones amaestrados, montar en camello o practicar el sand boarding.
Burj Al Arab, el hotel más exclusivo
El Burj Al Arab es uno de los edificios más icónicos de Dubái –con permiso del Burj Khalifa–. Su forma recuerda a la de una vela hinchada por el viento y es el único hotel del mundo de 7 estrellas. Desde la playa pública que está justo al lado, Kite Beach, puedes hacer unas fotos fantásticas, a la vez que disfrutas del espectáculo del kitesurf, un deporte acuático muy de moda que llena el cielo de coloridas cometas.
The Frame, un marco impresionante
Es una gigantesca estructura dorada que enmarca, literalmente, vistas de la antigua y la nueva Dubái. En el interior del edificio, un metafórico puente une una exposición que descubre los orígenes de la cultura dubaití (pasado) con una sala donde se proyecta en un envolvente audiovisual sus ambiciosos planes de desarrollo en un futuro próximo.
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